Hola a todos!
Desde Supertal os queremos presentar a un invitado muy importante que nos va a hablar sobre las lesiones deportivas más comunes que pueden producirse al practicar voleibol y cómo evitarlas para poder seguir practicándolo.
Os presento a Pedro, fisioterapeuta de la Clínica de Fisioterapia Alicante – Fisiomedicin, que tiene años de experiencia, no solo tratando a jugadores de voleibol, sino a otros deportistas profesionales. Os dejo con él.
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Hola a todos los lectores de Supertal!
Soy Pedro y estoy encantado de poder colaborar en este post para hablar de las lesiones deportivas más comunes, o por lo menos las más frecuentes o las que más probabilidades tienen de producirse debido a las características del voleibol.
Soy diplomado en Fisioterapia y Osteopatía D.O. Experto en fisioterapia deportiva, Kinesio Taping y con formación en técnicas de recuperación como el EPI.
Algunos de los clientes que han pasado por nuestra clínica de fisioterapia en Alicante, son deportistas de clubes deportivos de voleibol como el Arena San Juan de Voley Playa de Alicante o como Nuria Plá, jugadora de Voley Playa. Nuestra experiencia con ellos es la clave para crear este artículo de cómo evitar lesiones deportivas, cuales son y qué podemos hacer para recuperarnos de una de ellas.
Particularidades del Voleibol
Practicar cualquier deporte es una de las mejores actividades para mantener un buen estado de salud que un persona puede hacer, además de llevar una dieta equilibrada. En concreto el voleibol se practica desde edades infantiles hasta ser un deporte de alto rendimiento. Aunque no existe un contacto entre adversarios, en el que pueden darse lesiones con más frecuencia, los movimientos repetitivos, saltos y entrenamientos intensivos del voleibol pueden dar lugar a dolencias. En este caso hay determinadas partes del cuerpo que con la práctica del voleibol son más proclives a desarrollar una patología: rodillas, tobillos, espalda, hombros, brazos y dedos.
Las caídas, más graves cuando se producen en pistas duras, pueden llegar a ser una de los desencadenantes de una lesión de gran importancia. Siempre debe hacerse un buen calentamiento para prevenir cualquier mal movimiento que nos deje fuera de juego.
Así que vamos al grano y vamos a ver cuales son las lesiones más comunes en el voleibol y cómo podemos recuperarnos de ellas para que no vuelvan a ocurrir o nos molesten para toda la vida.
¿Cuáles son las lesiones más comunes en el voleibol?
• MANGUITO ROTADOR
La lesión del manguito rotador (hombro) es bastante común entre los jugadores de voleibol. Los tendones que sujetan los músculos del hombro con la articulación sufren en esta disciplina porque los movimientos de levantamiento de brazos son muy frecuentes como al hacer un saque o servicio o al rematar un balón en el la red.
Hay dos niveles de gravedad en esta lesión :
• Leve: rotura parcial del tendón.
• Grave: rotura completa del tendón y de secciones de músculo. Necesita intervención quirúrgica.
• Crónica: por sobrecarga y acumulación de lesiones que provocan inflamación y molestias continuas.
Este tipo de lesiones deportivas como la del manguito rotador, necesita de un reposo que se acompaña de antiinflamatorios y hielo o calor. La fisioterapia ayuda a fortalecer los tejidos dañados y a su recuperación y nos previene de lesiones futuras mientras practicamos nuestro deporte favorito, el voleibol.
Con ejercicios y estiramientos tonificamos todos los músculos que intervienen en el movimiento del hombro. La electroterapia o la aplicación de calor son algunos de los tratamientos de fisioterapia recomendados.
• DOLOR LUMBAR
El dolor lumbar en los jugadores de voleibol es frecuente al realizar saltos y movimientos bruscos al intentar alcanzar el balón. Generalmente suele ser una rotura de fibras musculares o ligamentos que con reposo y fisioterapia puede recuperarse en poco tiempo.
Si el dolor en la zona inferior de la espalda viene acompañado por otros síntomas como hormigueos en las piernas, pies o brazos puede derivar de otras lesiones como padecer de hernia de disco. Para descartar la hernia hay que realizar una resonancia magnética y si se trata de esta patología adecuar el tratamiento para evitar dolores tanto al flexionar la espalda como al realizar este deporte.
• ESGUINCES DE TOBILLO
Los esguinces en el tobillo es una de las lesiones más frecuentes en el voleibol por el constante ejercicio de salto, una mala caída o un mal paso, tanto en el entrenamiento como en la competición.
Los síntomas de dolor, de incapacidad para apoyar el pie y la aparición de hematomas son las señales que nos indican que hay un esguince. Se deberá acudir a un fisioterapeuta o un médico para comprobar que no es una lesión mayor como fracturas o fisuras de huesos y cartílagos.
La inmovilización, aplicación de hielo para la inflamación y el reposo de unas cuantas semanas (dependerá de la gravedad del esguince) antecede a una recuperación para fortalecer el tobillo y de mejora de movimiento por parte del fisioterapeuta.
• TENDINITIS ROTULIANA
Esta lesión de la rodilla se produce por los constantes saltos que se realizan en el voleibol y la sobrecarga de la articulación. El peso del cuerpo en el salto recae sobre las rodillas y tobillos siendo el aterrizaje un punto que se debe modificar en entrenamientos y a la hora de jugar para prevenir esta patología.
Los síntomas más frecuentes son dolor en la cara anterior de la rodilla y en la parte superior o inferior de la rótula.
Para su tratamiento el reposo, aplicación de hielo y antiinflamatorios para que aminore el dolor.
Si no se quiere volver a lesionar de tendinitis rotuliana es aconsejable una reeducación y cambio en la técnica de salto acudiendo a un fisioterapeuta y el fortalecimiento de los músculos que conforman y rodean a la rodilla.
La técnica EPI y los ultrasonidos ayudan a la recuperación si el dolor prosigue o es de gravedad mayor.
Cómo prevenir lesiones deportivas
Para que no surjan lesiones al practicar voleibol o cualquier otro deporte, es necesario hacer una correcta prevención. El calentamiento antes de realizar cualquier deporte y los estiramientos posteriores a su práctica favorecen el óptimo estado de todo el cuerpo al comienzo y en la relajación después.
Un entrenamiento adecuado y específico para las zonas más propensas a sufrir lesiones comunes en el voleibol fortalecerá la musculatura que protege a las articulaciones.
Otra de las medidas que pueden tomarse para prevenir lesiones es el correcto entrenamiento de las técnicas posturales para evitar sobrecargas y movimientos desafortunados sobretodo en el salto y el aterrizaje.
Las protecciones en dedos con esparadrapos, rodilleras y coderas semirígidas amortiguan el contacto con el balón y las caídas en el suelo.
Para evitar que una patología se vuelva crónica hay que respetar los reposos y tratamientos indicados por los especialistas (médicos, fisioterapeutas) para disminuir el riesgo de que vuelva a resurgir.